Qué sería de un máquina de coser,
de un cuarto de costura,
sin un gato.
Pues éste es el mío,
y ésta es mi nueva funda para la máquina de coser.
Detrás un bolsillo con cremallera.
A ambos laterales, un corazón.
La colcha que lleva entre las manos,
sobre la falda,
está hecha con cuadrados diminutos,
en el cesto unas telas enrolladas,
pelos alborotados,
puntilla,
y mini botones.
Sencilla en su conjunto,
con una aplicación muy coqueta.
Me ha quedado un poco hacia arriba,
pero en un principio pensé en
bordar alguna frase,
que al final no hice,
sólo añadí una etiqueta
bordada a máquina con mis iniciales
que ya tenía hecha pero que no la había usado todavía, hasta ahora.