Probando, probando,
uno, dos, tres, ...
Eso ha sido este trabajo,
he querido ver que tal era
el punchneedle.
Encontré por casa,
una caja metálica
que me venía genial
para guardar la aguja.
Así que he aprovechado
para hacer un bordado
con la aguja
y de paso,
hacerle un estuche.
El dibujo sencillo
Algunas partes
me resultaron difíciles,
e improvisé.
Le puse una pequeña etiqueta.
Y por dentro...
También le hice un cierre.
En el mercado me topé
con lo que parece una aguja
de punchneedle más o menos antigua.
Tiene los mismos tipos de agujeros,
y diferentes grosores.
Defectos muchos,
pero me conformo
para ser el primero.