A la ambientación otoñal
he añadido un
espantapájaros.
Aunque con esa carita
tan sonriente pocos pájaros
me parece que va a espantar.
Eso sí, está vestido
muy apropiadamente para su cometido.
Camisa a cuadros,
pañuelo al cuello,
pantalón vaquero de peto,
cruzados por detrás sus tirantes.
Con hebras de paja que se le salen
por las mangas y el pantalón.
Una pequeña calabaza.
Completando el conjunto,
un adorable sombrero
para que soporte bien el sol,
adornado con una flor.
Y su pelo de paja.
Por lo menos simpático
ha quedado.